sábado, 26 de junio de 2010

De la pasión por predicar ...


El predicador no debe solamente leer la biblia, debe principalmente “orar y meditar ” la sagrada escritura, para descubrir en ella las riquezas que Dios tiene para revelarnos; contemplar la palabra conlleva el acercamiento a ella con reverencia y veneración, al leer damos vida a cada línea, la palabra es palabra de vida,
sus enseñanzas son nutriente espiritual que trae fortaleza y templanza a su lector, nutrirse de la palabra el dejar que esta obre en ti y poder descubrir el obrar de Dios quiere para ti.

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