sábado, 5 de octubre de 2013

La Barca de Pedro… ¿estará perdiendo el rumbo?

La Barca de Pedro… ¿estará perdiendo el rumbo?

Fray Rafael Hernando Diago Guarnizo, O.P.
frayrafaelhdiagogop@gmail.com 

Los casos de pederastia[1],  cometidos por miembros del clero de la Iglesia católica,  una serie de abusos sexuales contra menores de edad,  han sido documentados y denunciados por las víctimas  ante las autoridades civiles de varios países.
A partir de la segunda mitad del siglo XX se ha incrementado el número de denuncias por abuso sexual infantil en todas sus variedades por parte de  sacerdotes  católicos. Con frecuencia  se generaliza al  hablar  de ellos,  como casos  que se dan solo en la Iglesia católica, y como si fuera una conducta normal dentro de  ella.
Un  enfoque que  casi nunca se ha dado es el referente  a los verdaderos y principales  protagonistas de tan lamentable condiciones: las víctimas. No se  quiere decir que deban salir a la palestra a ventilar su drama, pues esto sólo agravaría su situación ante  la sociedad.

Situación que han aprovechado los medios para abarrotar  a la opinión con el único fin de incrementar  sus ventas  a partir de la  coyuntura   del momento dejando a un lado los principios éticos.     

Innumerables casos  se han conocido, documentados de forma  tan detallada por los medios de comunicación,  como los abusos  sucedidos a menores  en diferentes parroquias  católicas  de  Irlanda,  Estados Unidos y   Colombia  por citar  un  referente. [2]


¿Qué han  hecho  la iglesia  y la sociedad  por las victimas?
Se pensaría  que la iglesia ha  hecho caso omiso a dichas acusaciones, pero  los  obispos  han tomado medidas sancionando a sacerdotes y retirando a seminaristas   involucrados en casos de pederastia, tal como lo afirmo  el secretario de la conferencia episcopal de Colombia [3]
 Además es  injusto  el trato que  se le da a la iglesia, cuando sólo el 0,2 por ciento de los casos de pederastia son cometidos  por  sus miembros, sin querer  con esto justificar las actuaciones, el restante  que no  son   el primer plano de la prensa, cuyos autores son los  papás, tíos,  hermanos mayores, novios de las hermanas, algunos profesores y otras instituciones[4].  

¿Los hemos escuchado para determinar la ayuda más pertinente a su situación?, o será  que el dinero es el único medio para resarcir el daño ocasionado,  estará cayendo la jerarquía católica  en el mismo juego del capitalismo que busca aquilatar las situaciones por el valor monetario que se pueda generar en ellas, y ve en el dinero una posibilidad para subsanar los daños cometidos.

El ejemplo claro son las grandes cantidades que se han  tenido que cancelar por  parte de   las diócesis  estadunidenses , producto de las indemnización  tasada por los tribunales  norteamericanos en los diferentes casos  en que fueron hallados culpables sacerdotes  por el delito de abuso de menores.

 Más aún, en vista de que el medio en que se produjo la situación es una comunidad que se proclama como líder espiritual  y ejemplo de sus fieles, la pregunta obligada es: ¿Qué ha hecho la  Madre Iglesia  para restablecer la confianza  espiritual de sus hijos heridos?

 En el transcurso de la homilía dada por  Benedicto XVI  al cierre del año sacerdotal 2010,  prometió “hacer todo lo posible para que estos hechos no vuelvan a suceder jamás”. Para lograrlo, la Iglesia se volcará en examinar la autenticidad de la vocación a la hora de admitir aspirantes al ministerio sacerdotal, así como en la formación que reciben. “Queremos acompañar aún más a los sacerdotes en su camino, para que el Señor los proteja y los custodie en las situaciones dolorosas y en los peligros de la vida”, afirmó el Papa.[5]

A través de un comunicado dirigido a los católicos de Irlanda, el  Papa  Benedicto XVI máximo jerarca de  la iglesia  católica romana,  reconoció la actuación "insuficiente" del Vaticano hacia los casos de pederastia denunciados y  reconoció que se trató de actos criminales que perjudicaron a las víctimas y han dañado la imagen de la Iglesia en el mundo; actos por los cuales los sacerdotes deberán responder  ante Dios y los tribunales debidamente constituidos.
¿Qué grado de responsabilidad  solidaria  se  tienen con las  victimas desde el    compromiso  bautismal?

Como miembros  de un solo cuerpo y una sola iglesia, constructores del reino y coherederos  de la gracia, no podemos  compartir el silencio  cómplice, que de una u otra forma  adormece  haciéndose  participe  de los abusos sin ser parte corporal de los mismos.
   

Queda el sin sabor  de cuál será  el grado de responsabilidad  frente a los abusos  de pederastia  cometidos   por miembros de la  iglesia católica romana,  la  posición frente a estos, del ser  cómplices , o denunciar  la  inconformidad,  buscando   la solución en un futuro  no muy lejano,  para  no llegar hacer ser heredero  sin beneficio de inventario de un legado  sucesoral  tan grande  y de tan alta responsabilidad   como es el anuncio  de la  buena nueva, que fue capaz de trasformar a Pedro de un simple  pescador a pescador de hombres.


Dada la magnitud del problema, la Iglesia  según lo dicho por el papa y otros jerarcas tendrá  un plan para responder a esta situación, y sobre todo, prevenir que se vuelva a presentar en el futuro tan vergonzosas realidades, que lo único que han traído es el desprestigio, la incertidumbre y el  desmoronamiento del legado dado por Cristo a los apóstoles y de ellos al pequeño resto   del pueblo peregrino por el mundo.
Posiblemente muchos factores concurrieron para que en la Iglesia se generara o se degenerara, en los acontecimientos por todos conocidos,  Sin embargo, la causa de fondo obedece a una pérdida de la identidad espiritual de la Iglesia consecuencia de un secularismo que la afecta desde hace tiempo.

Son muchos los interrogantes que hay por resolver, toda crisis encierra una oportunidad para reformar las cosas. Si la comunidad eclesial asume esta situación con sensatez y responsabilidad, ¿recuperará la barca de Pedro el rumbo que el Señor le marcó?








[1] abuso sexual infantil o pederastia, [] toda conducta en la que un menor es utilizado como objeto sexual por parte de otra persona con la que mantiene una relación de desigualdad, ya sea en cuanto a la edad, la madurez o el poder. 
Título XI Delitos Contra la Libertad y el Pudor Sexuales Capítulo Primero De la Violación  Capítulo Segundo. Del Estupro.  Capítulo Tercero. De los Actos Sexuales Abusivos.
Art. 305. Actos sexuales con menor de catorce años. Modificado. Ley 360 de 1997, Art. 7. El que realizare actos sexuales diversos del acceso carnal con persona menor de catorce años o en su presencia, o la induzca a práctica sexuales, estará sujeto a la pena de dos (2) a cinco (5) años de prisión.

[2] El secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana, monseñor Juan Vicente Córdoba, reconoció que en Colombia hay casos de pederastia, pero que son muy pocos comparados con la gran cantidad de asuntos de esta clase que se dan en las calles y en otros sectores de la sociedad
[3] El alto prelado afirmó que se conocen muchos casos en que obispos proceden a no ordenar seminaristas, a no recibirlos, a retirarlos del seminario o a suspender a los sacerdotes con sus licencias ministeriales "para que no ejerzan más por estos problemas de pederastia".


[4] Monseñor Córdoba agregó que "la Iglesia reconoce los errores, las fallas de algunos de sus clérigos, pide perdón como lo hizo el Papa (Benedicto XVI) y exige que pronto se aclaren las cosas, tanto en la ley interna como en la ley civil y  penal". Entrevista dada a RCN radio  del día 5 de octubre de 2010.  

[5] Benedicto XVI lamenta que los «pecados» del clero hayan salido a la luz precisamente en el Año Sacerdotal, que clausuró ayer 12.06.10 - 01:55 - SUR | ROMA.


jueves, 4 de abril de 2013

EL TEXTO BÍBLICO

Cuando se está frente aun texto, cualquiera que sea la temática de este, él lector siempre espera de él entender su contenido, es claro que lo transmitido por el escritor trasciende de tal manera que permite no solo a un grupo seleccionado de lectores dar una crítica frente a su escrito, sino además traspasar la fronteras del mismo y llegar a aquellos que por casualidad, curiosidad o por motivos académicos lleguen a tener un contacto más cercano con su escrito. El sentido de la escritura en el tema que nos ataña, “el texto bíblico y sus diferentes versiones” no queda de lado en la tarea que emprende el escritor, en este caso el “escritor sagrado” al momento de trasmitir su idea, relato o versión específica del tema a tratar o en su caso del pasaje al que trae a colación en la enseñanza o trasmisión del hecho vivido por un personaje, un pueblo o un determinado de un relato de vida. A primer avista el lector del texto bíblico, neófito en el asunto, se enfrenta a una confusión de términos, pasajes y hazañas que al parecerle familiares, por el hecho mismo del acto de escucha de forma cotidiana las ocasionales eucaristías a las que ha asistido y en las cuales encuentra una serie de relatos o leyendas de personajes concretos en un tiempo determinado y con un actuar inesperado. Pero nos preguntaríamos por el sentido mismo del texto bíblico, de donde acá se dio tal escrito, que produjo la ilación de los temas a sabiendas que los mismos no fueron escritos de forma cronológica, sino que el tiempo de escritura entre uno y otro varia. Cabe entonces preguntarnos qué capacidad tuvo o tuvieron los diferentes autores al momento de escribir, o cabría la posibilidad de llegar a pensar que la inspiración al momento de redacta y recopilar dichos acontecimientos fue dada por ayuda; si el termino lo permite, de un ser superior que puso en el corazón del escritor o escritores la coherencia necesaria para plasmar de forma relacionada la temática que en ellos se platea. Desde los ojos de la fe, y teniendo como sostén la razón, no cabe duda que la inspiración de los textos bíblicos es dado por Dios al escritor, a su comunidad y éste de forma más fidedigna la transmitió y consigno en lo que hoy conocemos como la biblia. Reafirmo que es desde los ojos de la fe, pues para muchos el binomio fe y razón son disyuntivas de un mismo camino en el cual el viajero opta por emprender el caminar por uno desechando al otro.
La inspiración es dada al escritor o escritores pero no en la medida que nuestra imaginación recrea, la clásica imagen del amanuense que copia al pie de la letra lo que se le dicta, acompañado de un paisaje coloquial de montañas, desierto, tablas de piedra etc. La figura de la inspiración debe ser vista desde los ojos de la crítica contextual, es bueno ubicarse en el contexto y en el texto mismo, los elementos que hacen parte del escrito, las situaciones que vivió el escritor y aquellas que lo llevaron a escribir hacen parte del conjunto previo a la escritura y en la cual la presencia de Dios en la vida del hombre es algo patente, el actuar en su vida más que una imposición ha sido acompañar al hombre que en su ejercicio de la libertad ha optado por hacerse parte de la creación y participar del plan salvífico que Dios desde antiguo ha planeado para el hombre. En la redacción del texto es importante determinar los elementos constitutivos del mismo, la época en que fue escrito, la situación sociopolítica que imperaba en el momento y demás acontecimientos que de una u otra forma influyen en la redacción del mismo. La inspiración dada por Dios al escritor es sin duda la fuerza que recae sobre el mismo para que de forma coherente, relacionante y fiel a los acontecimientos trascriba la ocurrencia de hechos y situaciones que marcaron de forma particular el vivir de un pueblo que camina bajo la guía del Dios, con el cual ha pactado ser su pueblo y él ser su Dios.